Sketchbook. vol. I

Desde muy joven he sentido la cabroncisima necesidad de dibujar, al ser yo un sujeto medio introvertido y eso, es común que busque la manera de “escaparme” en los momentos incómodos: ya sea esperando en el doctor, viajando en metro, o cualquier otro momento que involucre la interacción con seres humanos. Existen varias maneras, como lo he podido constatar a lo largo de mi vida, pero pues las que me gustan son tres: leer, escuchar música y dibujar… pero bueno, no las tres son muy prudentes que digamos: una vez, por ir en la pendeja leyendo un cómic, me asaltaron; por escuchar demasiado mis audífonos, ya había veces que me dolía la cabeza y me zumbaban gacho los oídos; por tanto, mi estrategia favorita siempre ha sido dibujar. Como inexplicablemente, y desde siempre, a más de uno le han gustado mis dibujos, pues siempre me he visto alentado para seguir haciéndolo.

Y aunque desde siempre he dibujado, es curioso que mi gusto por los cómics sea tan reciente (unos 9 años, aprox.), más aún, el hecho de que desde hace muchísimo haya intentado realizar mis primeros cómics… originales!!! Mi primer acercamiento a este fascinante mundo debe ser, sin duda, “El Santos contra la tetona Mendoza”, brillante, irreverente y sardónica obra de Jis y Trino. No se muy bien que edad tenia, pero, haciendo memoria, debía tener yo unos 6 o 7 años… desde entonces, he creado un buen de personajes, de los cuales seguro escribe después; además de adaptar algunas obras literarias, como “Amistad” de B Traven, “Cómo perros y gatos” de Armando Vega-Gil y “Un asunto de honor” de Pérez Reverte.

Sin embargo, y porque estaba viendo unos bocetos viejos, de quien escribiré es de “The Incredible Young Jennifer”, personaje creado hace mas de un año y basado en una chica increíble que conocí en mis andares como maestro de secundaria. Y es que los personajes adolescentes siempre han sido mis favoritos, aunque los que influyeron directamente en Incredible Young Jennifer fueron desde luego: la brillante desfachatez de Franklin Richards, la confusión adolescente de Layla Miller y, claro, la magnética personalidad, voz y aspecto de la joven Jennifer real. Mi idea siempre fue seguir en la tradición del teenager de los comics, desde Rin tintín hasta los Runaways, pasando por el mas joven Gokú, los Young Avengers, los Teen titans y los New Warriors (incluso escribí una historia donde Young Jennifer homenajea al malogrado Speedball).

Los poderes de Young Jennifer son básicamente los mismos que los de la Captain Marvel II, aunque adquiridos de una manera tanto más dramática y trágica. Mi idea era metaforizar el paso de la niñez a la edad adulta como un proceso sumamente difícil, lleno de contrastes y de toma de decisiones duras y complicadas; de enemigos y dificultades a vencer… si, no suena nada original, lo se, pero el personaje me encantaba y punto, además el diseño me gusto mucho, es un personaje que disfruto mucho dibujar.
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